domingo, 17 de mayo de 2020


Vajillas, urnas y anatas

Por Santiago Meilán



¿Qué le dio nacimiento al cuenco, a la cavidad, al vaso? ¡No es acaso algo innato a la existencia, algo que se remonta al inicio de los tiempos? Esa fuerza que los crea es la que reproduce el alfarero, una y otra vez, como signo de regreso al barro.



La matriz, el hueco donde se deposita la vida, fue sin duda el utensilio del origen, aquello de lo que se sirvieron las fuerzas del aire, el agua, la piedra y el fuego. Sin el agujero, la cueva o la cigota, la naturaleza no hubiese sido ni siquiera podido ser concebida. La oquedad, el lugar donde se sedimenta la arenilla, la hierba y el agua, dieron inicio a toda historia. El sujeto como artesano recrea ese instante fundador, y hay quienes ven allí un inmanentismo heredado de esa condición primordial de continente, rasgo genético, como queda dicho, de la naturaleza cual opuesto o negación a un cosmos sin chispazo. Esa condición heredada es el motivo de controversia de la historia humana.

Para entonces surge al unísono el grito primal, raíz de la conciencia de ese recipiente que lo desintegra hasta transformarse en poesía, porque el humano no hace otra cosa luego que transportar, en la elipsis de las palmas de sus manos unidas o en refinadas cánulas de cristal, aquello que está destinado a acarrear para su proliferación, mandato o semilla.

¿Qué de ese origen permanece en nuestra relación con las vasijas? ¿Serían ellas posibles sin el convivio del fogón? ¿Ha sido el error del guijarro caído a las llamas en medio de una contienda el desencadenamiento de la memoria de ese origen? ¿Qué de los rastros del artífice de la cuenta, de la bolilla amasada por mero reflejo despertó ese mito del origen del hueco? ¿Cuántos palillos imprimieron a ese primer gesto azaroso del barro que se extrae del cuerpo sudoroso de la pesca su propio testimonio de ese recuerdo? Esa muesca, que fonética la llamará algún día significante, ¿es expresión o creación? Será pictograma, filigrana, ideograma y alfabeto.

Cuando la anfitriona sirve su copa de chicha, aporta su intervención en ese enigma. Extiende esa marca de la creación en una textura del recipiente, y lleva en él los desvelos del alfarero, el poeta de las herramientas.

La herramienta es el primer desenvolvimiento de la vida que abandona su hoyo, será grito, punzón, hebra, nudo, técnica. Eso ya estaba en su camino: será un cincel sobre el ónix, una laja contra el basalto; será pigmento en el agua dentro de los poros de la piedra, la luna sobre la chakra, las estrellas del firmamento. Todo ello ya estaba en su hueco, por eso el sujeto lo rebusca hasta quedarse dormido. El poeta de las manos, antes de haber sido trazo, y el trazo también ya estaba en la copa de chicha, de los labios del sediento se hizo canto y se hizo chaya en un mismo paso, evidente como el hueco mismo, todo ese barro acumulado en el lecho del huaico listo, fue la anata que dura lo que se prolongue la recolección del trabajo, de lo que manda la pacha, y otra vez, la rememoración uterina. Esa flauta de tierra, decimos, como aquel guijarro arrojado nuevamente al fogón será el chispazo. Por qué no.

Luego la cruz del sur en lo alto, el arroyo que cesa su murmullo, las moscas, la cosecha perentoria y las manos que quedaron inquietas. Allí está para quienes dicen que el medio no ha sido el que dio la vida, sino la añoranza esa que queda, que ya estaba allí. Así nace la urna, final recoveco en homenaje a los ciclos, será huaca, o de esta habrá sido, quién sabe, y sin duda, el primer cuenco.







Huaca, seres mágicos y conocimiento

por Santiago Meilán



En las tradiciones religiosas de los Andes existen las huaca, que de alguna u otra manera son una presencia que contradice la idea de continuidad unidireccional que va de la vida hacia la muerte, del caos al orden, de lo salvaje a lo doméstico: en un principio, los astros, el agua, las rocas, las huaca mismas eran humanos. Aquí hablamos de la discontinuidad del saber andino y la ciencia moderna


Movimiento explicativo y a la vez centrífugo de todo animismo, el conocimiento humano de los materiales, de la materia, a diferencia del que se tiene de las huacas, no es una proyección, sino una introyección, un conocimiento profundo e intuitivo de la constitución inorgánica de lo orgánico, estado a lo que lo animado regresa. Las huaca, objeto de adoración por las civilizaciones prehispánicas, no obstante, no tienen una génesis precisa, simplemente son presencias de alguna manera tabuadas, estáticas. Diferentes a los demás elementos del entorno como son las wara, los huaico, los apu, determinados por una dinámica de la que las huaca parecen ajenas. Para el habitante americano, el hombre y todos los demás componentes de la naturaleza son un elemento más de ella, o mejor, existiendo desde el inicio, regresan a ella como un material de la dinámica cósmica.

En el mundo andino se está siempre lejos de considerar el animismo, lo dotado de vida autónoma, con candidez. Una noción velada al interés de la ciencia moderna, que la tienta desde hace mucho tiempo en favor de una ruptura final y desintegración de la idea de objetivismo, la que desde su fundamento le impide considerar el conocimiento pretendidamente animista, rabajándolo a un estado precientífico; porque la ciencia positiva en su asepsia necesita la negación de la conciencia de la contingencia humana, buscando reducir al máximo la imprevisibilidad con la que caracteriza a lo vivo.

Formulaciones de una ciencia primitiva, pero no por ello “precientífica”, donde las huaca juegan su papel, pueden estudiarse en la arquitectura precolombina, en los desarrollos agrícolas, en el conocimiento de la tierra en tanto kaypacha, lo terrenal, donde del mismo modo aquello que se niega en todo conocimiento científico positivo, es decir, el sujeto de conocimiento que se halla implicado, es por necesidad también una existencia imprevisible. Vemos en ello una necesaria negación del antropocentrismo, una discontinuidad, entre las vertientes, y entre el objeto de estudio y el sujeto que no ya lo estudia, sino con el que convive, comparte y atraviesa el chispazo que dura su paso por ese plano terrenal. A la vez, vemos esa continuidad/discontinuidad, como decíamos, cuando el hombre es la medida de todas las cosas, cuando el mundo material se divide en orgánico e inorgánico, y a la vez cuando lo biológico está compuesto también por materia inorgánica organizada de tal modo que resulta algo semejante a organismo, como las huacas; lo vemos en las fábulas, cuando los animales hablan (Leroi-Gourhan, 1971, 215) y aunque no hablen, la continuidad sigue en la domesticación, cuando sin aquella sería absolutamente imposible hacer abandonar el salvajismo de algunas especies, adaptar una especie a un fitosistema, es decir, mejorar un sistema digestivo del ganado sin utilización de laboratorios geneticos. Y lo vemos finalmente en la humanización de la naturaleza salvaje como también en el “animismo precientífico” presente en la explicación suficiente de lo desconocido.

En Argentina contamos con un trabajo de Elena Bossi muy importante, el de los Seres mágicos que habitan la Argentina. En él, Bossi recupera tal vez la tradición más completa en torno a un número pequeño de seres mitológicos locales, es cierto, y en el que sin embargo no se limita a mencionar los aspectos conocidos de sus respectivas leyendas, sino que después de un trabajo exhaustivo, da la profundidad merecida a los seres que allí refiere. Podría pasar por un libro infantil, pero creemos que se trata más bien de un trabajo de cosmovisión telúrica.

Por ello terminaremos con la narración de algunos de esos seres, que aquí ascienden al rango de explicación popular de temas que la ciencia, en especial relación con las técnicas agrícolas, aún no colonizó con sus explicaciones:

Primero el ucumar, es un oso que vive en zonas altas del norte argentino, no es un ser mitológico, el ucumar existe como especie, y son sus costumbres las que lo unen al humano, puntualmente su obsesiva costumbre de raptar ganado, no con el fin de sacrificarlo, sino para esclavizarlo con sus cuidados: los alimenta, los lava, los transporta. El mito habla de la misma costumbre ejercida contra humanos, a quienes atemoriza cuando se les aparece, observándolos y peinándose con sus garras.

En segundo lugar, la mulánima, de la que desconocemos narraciones en primera persona, pero que según cuentan, se trataría de una mujer perdida que busca a sus hijos bastardos, concebidos con el cura del pueblo. Sale de noche, ataca a las mujeres en primer lugar, y también, al ganado.

Luego, un ser doble: el duende y el coquena. Unidos en algún punto por su aspecto y por sus carácteres irreverentes; en realidad sus indisciplinas logra ahuyentar de peligros tanto a los humanos como al ganado. En su versión de Coquena, es directamente defensor de arreos, pero ambos provienen de distintos orígenes, el duende es un no nato, el Coquena es un humano que ha sido engañado y al que le han robado sus cabras (llamas) y por eso cuida los lugares de pastoreo.

Como las huacas, como el mal aire, esas presencias sin cronología ni historia, se asientan en el lugar en que la ciencia occidental no logra borrar del todo a su sujeto humano.


domingo, 26 de mayo de 2013

Editorialismo, año 62

“Illia y la Revolución Argentina”. Análisis editorial de Primera Plana y Confirmado

Ipucha, Lucía
Viviani Rossi, Ana 


Nuestra tesis de investigación se denomina “La línea editorial de los medios gráficos Primera Plana y Confirmado  durante el gobierno de Illia”. El universo de análisis  abarca desde mayo de 1955 hasta agosto de 1966.
         Tomando como base de nuestro estado del arte la tesis doctoral de Taroncher Padilla por coincidir plenamente con su postura, nuestra intención es indagar cómo las revistas Primera Plana y Confirmado conforman, a través de sus editoriales políticos, las  ideas que desacreditaron al gobierno radical de Arturo Illia, tanto como su imagen presidencial y poder político, además de incentivar su caída mediante una campaña  psicológica que propuso la instauración de un gobierno militar como alternativa para el reestablecimiento del orden nacional.“El derrocamiento del gobierno de Arturo Illia se produjo como resultado de una coherente campaña ideológica, implementada por los medios de comunicación masiva y orquestada por un sector de las Fuerzas Armadas, que contó con el apoyo de dirigente empresariales, sindicales y políticos, y que, posteriormente, en función de gobierno intentaría implementar un programa corporativista con el apoyo de importantes sectores del sindicalismo. Estos sectores, tal como se puede apreciar a través del discurso político de los editorialistas, asumieron que la llamada “partidocracia1. Esta sentencia que nosotras apoyamos la podemos sostener con la teoría del lingüista Teun Van Dijk de que nuestros actos de habla no sólo deben desempeñar funciones ilocutivas sino también efectos perlocutivos. “Esto en términos retóricos significa que nos hallamos implicados en un proceso de persuasión”2.
Este concepto lo sostenemos mediante un análisis cualitativo de cada editorial como parte del corpus . Por otro lado en tanto análisis linguístico  en lo que se refiere al discurso como disciplina que permitiría un análisis cientificista, con el marco teórico de semióticos y lingüistas, un conjunto de ideas e imágenes para, por un lado, desacreditar la acción del gobierno radical y, por el otro, prestigiar el golpe de estado y el encumbramiento de un nuevo líder militar como respuesta a la crisis argentina.
         Los semanarios se constituyeron en nuevos actores políticos  de gran peso en la década del 60, a través de un seguimiento de las editoriales. Acordando con lo que sostiene Taroncher Padilla en su tesis doctoral citando a John King “El análisis de los columnistas políticos nos permite un análisis epocal”, a partir de su consideración “como historia y como texto” como caja de resonancia y espacio para el debate y la persuasión, como un actor político más que en el caso que nos ocupa acompañó la ruptura institucional de junio de 1966”3.
Teniendo en cuenta esta perspectiva y la postura de Teum Van Dijk, que postula que “la lucha por el poder es también la lucha por la palabra4, realizaremos un exhaustivo análisis de las editoriales como totalidad y de partes del discurso como sub-unidades con un universo de connotaciones tanto las manifiestas explícitamente, como aquellas sutilmente esbozadas en un entrelíneas.
En cuanto al contexto histórico en septiembre de 1962 se da en la Argentina el enfrentamiento entre sectores internos del Ejército Azules y Colorados. Este hecho tuvo una importante consecuencia cultural: la aparición de Primera Plana, denominada la revista más importante de la década de los 60, de acuerdo a un estudio de las estadísticas.
En un mercado editorial como el descrito y específicamente a partir de la propuesta que los militares del victorioso bando Azul -deseosos de crear un órgano “novedoso”, y “atractivo” para la difusión de su proyecto político- le hicieran a Jacobo Timerman luego del enfrentamiento de septiembre, es que en 1962 funda  Primera Plana, con el capital que le solicita a un empresario amigo. El semanario, que inicialmente se llamaría Azul, adopta, en forma definitiva, el de Primera Plana, con la intención de presentar un carácter de mayor neutralidad y más abarcador que el sugerido por el nombre de una facción del Ejército. Su financiación proviene de aportes de las filial local de Renault, de empresas textiles y  del apoyo político e informativo que le suministrarán los militares azules y sus asesores. La dirección de la revista estaba a cargo de su fundador, con Victorio I.S. Dalle Nogare como administrador.
 De acuerdo con la tesis doctoral “ El diario la Opinión y el gobierno de Héctor Cámpora5 que incluimos como estado del arte, la aparición del semanario Primera Plana  “ significó un punto de inflexión en el proceso de modernización del periodismo argentino de manera significativa  en el universo de la gráfica como en el del semanario”.
Nació un semanario de opinión cuya inspiración fueron las revistas de información norteamericanas, especialmente Newsweek; y contaba con la asociación de Times y L express Su redacción estaba integrada por un staff de destacados periodistas: Tomás Eloy Martínez, Ramiro de Casabellas, Osiris Troiani, Ernesto Schóo, Roberto Aizcorbe, Hugo Gambini. El semanario creo desde el principio una imagen estereotipada de ambos bandos del Ejército. Los colorados eran los golpista; los azules eran los legalistas, garantes de la democracia.Era parte de la cultura intelectual de una generación que marcaba una pertenencia y cierto status, el de un público culto, gozador de la lectura, de ciertas corrientes estéticas, del buen cine. Destaca por su protagonismo un modelo específico de prensa escrita: los semanarios diseñados según las pautas del “Nuevo Periodismo”, de amplia difusión entre los lectores de la clase media y alta de la Argentina, en la década del sesenta.
La revista Confirmado, fundada por Jacobo Timerman, lanza su primera edición el 5 de mayo de 1965. Intentaba reproducir el modelo de Primera Plana pero contaba con una menor circulación y un equipo periodístico de menor calidad que la primera, es estudiada junto con Primera Plana y en referencia exclusiva a su definida posición en favor del derrocamiento del gobierno de Arturo Illia, objetivo compartido con su competidora más famosa. La creación de Confirmado fue impulsada por militares y políticos dispuestos a encumbrar al General Onganía al poder y por empresarios de laboratorios farmacéuticos afectados por la ley de medicamentos dictada por el Congreso Nacional a propuesta del Poder Ejecutivo. “Estoy seguro [...] que Confirmado continuará prestando un valioso servicio a los ideales de la Revolución Argentina.”6
A pesar de que la unidad de objetivos consistía en propiciar el derrocamiento de Illia, un objetivo que supuestamente debería unirlos, los militares golpistas y la oficialidad menor del Ejército. Por esto podemos entender, que generó un gran efecto en la opinión pública ya que  “Los lectores como participantes en la comunicación están presentes sólo indirecta e implícitamente en el discurso periodístico.”7
         De acuerdo con “ El diario La Opinión...”, Confirmado mantenía el perfil de medio culto, bien escrito y “ contenedor de un perfil opositor, especialmente con el gobierno de Illia8 , apoyando una salida militar.
En el caso de Primera Plana, Mariano Grondona es quien desliza la pluma, a través de sus columnas políticas que atacaban el prestigio del gobierno, la campaña maccartista, la utilización de la caricatura y el humor político en la construcción de imágenes arquetípicas de Illia y Onganía. Grondona entra en junio de 1964, y se convierte en el image- maker, en Confirmado Montemayor. Carlos Ulanovsky en “Paren las rotativas” cita a Roberto Potash, que señala a revistas como Primera Plana y Confirmado y a columnistas como José Guiraldes y Mariano Montemayor, como los conspiradores de la prensa  más visibles.
Ambos eran de derecha querían el derrocamiento del presidente Illia y su reemplazo por Juan Carlos Onganía, aunque ambos compartían diferentes tipos de golpismo: Grondona  oscilaba entre un golpismo pragmático y uno gorila- es un liberal que ve al final de la revolución una democracia liberal con un peronismo potable y con partidos de ideas fuertes y capaces de terminan con la polarización y bipartidismo. Montemayor era un golpista ideológico que no creía en la democracia liberal, sino en un régimen corporativo que terminara para siempre con los viejos partidos políticos.
Su columna abordaba una temática variada, que teniendo como eje la realidad nacional. Su principal preocupación fue la formación de una tercer fuerza que representara  los grupos que se niegan a optar entre peronistas y radicales. Grondona quería la formación de partidos de ideas que aceptasen la idea de estado técnico manejado por funcionarios escogidos según el criterio de lealtad partidaria. Que deberían ser de la 3 corriente, los conservadores. Llegaba a afirmar que el exceso de  prudencia de Illia “ bordea el nihilismo”.
De acuerdo con lo que plantea Luis Alberto Romero “El gobierno de Illia fue condenado por ineficiente por Primera Plana, vocero de este grupo [militares, empresarios. Católicos integristas, sindicalistas peronistas], ya en septiembre de 1963, un mes antes de que el nuevo presidente asumiera, y desde entonces la propaganda se ensañó con él”.
El impacto de Primera Plana generó debate sobre su rol en periodístico, sobretodo   “ a la luz de su influencia en los acontecimientos políticos previos al derrocamiento del presidente Arturo Illia en junio de 1966”9
En 1964 Mariano Grondona  ingresa al semanario como columnista político y Jacobo Timmerman se aleja de la dirección siendo reemplazado por Dalle Nogare.
Es en mayo de 1965 ,a raíz de la crisis dominicana como también lo sostiene La Historia de las Revistas Argentinas 10, que Primera Plana se transformó en el eco de la posición militar - que impulsaba la intervención de las FFAA  en Santo Domingo, el aumento del presupuesto militar y la necesidad de dinamizar la acción del gobierno- e Illia se convirtió en el centro de las críticas. Críticas referidas hacia una supuesta visión irreal y simplista de la Argentina. Pérdida de tiempo, indecisión, improvisación respecto a las decisiones que le correspondían tomar como Jefe de Estado.
Este giro radical en las opiniones de Grondona del legalismo que pregonaba al golpismo , pasó de clasificar al presidente como  un hábil manipulador del tiempo político” a ser “ un hombre... verdaderamente superado por la dinámica de los acontecimientos y quizá atemorizado por la perspectiva de tomar decisiones cuyo alcance final no atina a ver” 11.
         El Ejército representado por Onganía se auto-instituyó en la más fuerte garantía de la legalidad, único responsable de que en la Argentina existiese democracia, acompañada por la idea e irreversibilidad del golpe de Estado. “El intelectual orgánico de Onganía fue Mariano Grondona” (tesis “El diario La Opinión y el Gobierno de Héctor Cámpora” pág.16).
 El 22 de junio de 1965 en la editorial “En torno al golpismo” afirma que la eventualidad de un golpe de Estado se ha convertido en un tema insoslayable”. “(...) El golpista cree que ese movimiento de fuerza posee, por sí mismo, la virtud curativa de la República”. A lo que rematará con “Ambos grupos trabajan en la oscuridad porque el futuro es incierto. Pero todo indica que, cuando la hora de la prueba se acerque, los argentinos no podremos eludir la opción”.12
Esta campaña de clima psicológico propicio a la interrupción del orden constitucional, tiene el peso del nuevo semanario Confirmado, que salió al mercado periodístico en mayo de 1965,  la etapa más intensa de la relación gobierno Illia/ prensa argentina.
Tanto Confirmado como Primera Plana (...) cultivó la famosa tesis del vacío de poder que tanto horadó la estabilidad del gobierno radical”13. La ausencia de liderazgo personal de la UCRP, fomentaba la imagen de vacío de poder, que sólo podría llenarse con líderes. Grondona decía citando a Max Weber ( una democracia con líderes) que “un líder sin democracia es la dictadura, pero una democracia sin líderes es la caducidad14. Hablaba de democratizar a los líderes, cuyo ejemplo más acérrimo fue De Gaulle quien según sus palabras pudiendo ser dictador, prefirió ser presidente, identificaba con la imagen que él mismo creaba de Onganía.
En los meses de agosto – septiembre de 65 sostenía firmemente que Onganía era el soporte de la legalidad. Por lo tanto, el discurso legalista de Grondona, sólo concebía a Onganía como presidente dentro del sistema.. Sin embargo, su discurso a favor de la democracia cambia en noviembre del 65 cuando lo relevan al Comandante en jefe, realizando un giro radical en sus opiniones Desde aquí comienza una ofensiva golpista progresiva.
En la nota de la sección el País titulada “Onganía: Reacciones y alarmas” se trazan versiones sobre el golpe “ el general prepara un golpe con el pretexto de combatir la infiltración comunista: terminaría con Arturo Illia (...)15”.
En diciembre Grondona opta por un golpismo pragmático. Incentivando sutilmente el camino a la oposición total del oficialismo, Grondona subraya el estado de crisis de la Argentina,  critica el accionar estacionario del presidente y sus falsas expectativas “El fin que el Presidente se ha propuesto es inaccesible. (...). La Argentina del doctor Illia es una inútil esperanza”16. Montemayor declara en su editorial “La verdad es que el gobierno U.C.R.P, se ha quedado sin política; ni buena ni mala: sin política a secas”. (El mensaje del país es otro, 5 de mayo de 1966.
La transmisión de un proyecto político por parte de las publicaciones que hemos tomado como objeto de análisis es transparente. De acuerdo con Taroncher Padilla, las  ediciones gráficas de estas dos empresas “han pretendido cubrir, habitualmente, un vacío y satisfacer una necesidad y deseo de captar la voluntad17intentando y logrando finalmente persuadir a la opinión pública hasta instalar un imaginario colectivo cuyas raíces fue forjando progresivamente, desde el inconsciente.
Aproximadamente un mes antes del golpe, Grondona  basaba su postura en la teoría alberdiana que sostiene que en la Argentina existen tres poderes reales: el nacional, el militar y el bonaerense. La inestabilidad nace de su separación, y da como resultado una Argentina indisciplinada donde entra en crisis la idea de jerarquía. Por el contrario, cuando se encuentran en una sola mano, el país se asienta en una sólida estructura de autoridad y gestión. Adjudica la causa de la crisis nacional a la descentralización de los poderes  “La presidencia es una responsabilidad indivisible y solitaria”18 .
Montemayor hace una crítica manifiesta del gobierno “Una vez que la U.C.R.P. comprobó, en la Casa Rosada, que su programa no servía para nada y que estaba lejos de producir (...)” se dedicó a “(...)  impulsar la división de todo lo que tuviera enfrente: en la práctica, la inmensa mayoría del país”. Además desconoce la presencia de una figura presidencial capaz “ Ante la ausencia de una autoridad legítima y consentida, ante la ausencia de un quehacer colectivo que se sienta justificado (...)”19.
El 26 de mayo Montemayor, sostiene las críticas que la sociedad  le hace al presidente, y al gobierno de la UCRP sostiene “ así como el esquizofrénico se distingue por un irreductible divorcio entre conciencia y realidad, el país oficial padece una esquizofrenia política en las que las palabras poco tienen que ver con los hechos”. A lo que deriva en la conclusión de que “ para disimular esta falta de sinceramiento con la realidad, el gobierno tenga que deambular de trampa en trampa”. “(...)el gobierno no tuvo más remedio que ir de mentira en mentira (...)” (Trampa electoral; trampa intelectual. 26 de mayo de 1966) .En la última parte se lee en entrelíneas el nombre de Onganía, mientras argumenta que estamos en medio de una trampa electoral sostiene “(...)En eso estamos, y sólo Dios y el general x saben hasta cuándo.”20
         El 31 de mayo del 66, Grondona hace manifiesto su deseo en el editorial titulado “La Dictadura21, donde le otorga cargas positivas. Luego de comparar los términos de tirano y dictador, por éste último los romanos designaban a quien era elegido para enfrentar una situación de excepción, por un término preciso y con amplios poderes “ El dictador es un funcionario para tiempos difíciles” sostiene que la Argentina no atraviesa un momento de anormalidad, pero “ el gobierno se empeña en “ aplicar  a esta situación remedios normales (...)” insiste en una mano fuerte “El país espera un Moisés porque vislumbró la tierra prometida (...). Lo que remató con una declaración incontrastable que proclama una dictadura, donde el nombre de Onganía se filtraba por aquellas entrelíneas “quizá el Gobierno esté a tiempo (...) para asumir la responsabilidad de una sutil dictadura al estilo romano”.
De acuerdo con  “La Historia de...” en junio de 1966 todos los comentarios políticos fueron monopolizados por la presunción de un golpe de Estado. Grondona sintetiza su golpismo pragmático en una editorial del 7 de junio de 1966 (“El Pensamiento Militar”)22 donde entroncaba  el discurso del Gral. Pistarini con las tradiciones del pensamiento azul, criticaba  en torno a los conceptos de grandeza, eficiencia y autoridad puede estructurarse toda su crítica a los últimos años del gobierno radical.“(...) Y la tercera condición es por  fin la autoridad. La libertad es plena en un orden” .La causas de la crítica a la UCRP “el Gobierno radical, respetando la vigencia de las libertades individuales, deja sin cumplir los otros tres valores” a lo que sumará la debilidad electoral, la decisión de monopolizar el gobierno y la “ausencia de liderazgo personal” y se ensaño en la búsqueda de un lider.
El 9 de junio Confirmado anunciaba un eminente golpe de Estado “ los días del gobierno de la U.C.R.P. están contados”. A lo que agregó con una dura calificación nefasta del presidente “ (...) AI sólo podría salvarse con una maniobra de gran imaginación y grandeza políticas, dejando de ser A.I.” Y alaga al gobierno militar sosteniendo “La Argentina podrá lograr sus profundas aspiraciones (...)Este convencimiento (...) ha prendido en las fuerzs armadas”.23 Editorial “9-8-7-6-5-4-3-2...0”.
El 30 de junio de 1966, Primera Plana sintetiza su postura dándole la bienvenida  a la Revolución Argentina. En la editorial de esta edición (titulada “Por la Nación”) 24, Grondona enaltece la figura de Onganía, manifestando su orgullo y personificándolo como un caudillo “Onganía es pura esperanza (...)”. Y el advenimiento de un caudillo es la apertura de una nueva etapa en la que la Nación  apuesta. Luego de una ardua espera“El Gobierno y el poder se reconcilian, y la Nación recobra su destino” Finalmente se daban los tres poderes de Alberdi.
Para los golpistas comenzaba una nueva etapa “ abierta al peligro y a la esperanza: es la vida de una gran Nación cuya vacación termina” Para Grondona era  el fin de una  agonía a muy largo plazo de una Argentina “que se preparaba para bien morir”.
         En la edición del 30 de junio de Confirmado titulada “Esta vez es a favor25”, simplemente el nombre de la editorial está cargado de todos los subjetivismos de Montemayor “En la agonía del sistema el país vivió así la orgía de las formalidades y las más insólitas piruetas mentales(...)En cambio, juntos con el orden (...) la Argentina está sedienta de una conducta y de procedimientos rectos”. Se denota una total aceptación de la Revolución Argentina “El país está hastiado de las invocaciones a la democracia (...) que esconden la más desvergonzada pretensión de las mayorías”.Y por lo tanto una crítica radical al gobierno “El gobierno U.C.R.P cae sencillamente porque el país no lo agunta más (...). Es buen síntoma de salud nacional que caiga(...) y se opone a cualquier presión de los medios en el imaginario colectivo diciendo “ porque el hecho no es producto de (...) ninguna artificial, sistemática y destructiva campaña de guerra psicológica, que fabrica horrores donde no los hay”.
A lo que agrega “ Por primera vez, ahora una revolución aparece signada fundamentalmente por lo positivo: por la Nación”. (“Esta vez es a favor”, 30 de junio de 1966).
Al asumir el poder el general Onganía, se presenta a la sociedad como un intento de depuración de lo que consideraba la visión histórica de la Revolución Argentina. Intentaba una modernización autoritaria y desde arriba de la estructura económica y social con una fuerte intervención del Estado y una condicional apertura hacia el capital extranjero. Cuando Onganía asume el mando, fue saludado por la publicación de Confirmado. Sin embargo, esta simpatía no duró mucho, debido a la indiferencia del nuevo presidente hacia Timerman, y a el corte autoritario de la política que pregonaba. La desconfianza que suscitaba el periodismo en el nuevo gobierno y las dificultades económicas de Confirmado, hizo otra vez que el director del  semanario se aleje.
A un mes del golpe, el 28 de julio de 1966, Grondona sostiene que “ Las tensiones de la lucha política pueden ser caóticas, como lo fueron hasta el 28 de junio, y pueden ser creadoras, como en aquellos países que las lograron domesticar.26Los partidos políticos no hacen falta ya que se ha acabado con sus estructuras decaídas que acompañaron al antiguo régimen. (“Las dos vías”).
A los 60 días del golpe, en una suerte de balance preliminar, Grondona esboza sus ideas en la editorial titulada “La Justificación” - 30 de agosto de 1966-: “La revolución Argentina se justifica (...) hacia el pasado, por haber interrumpido un proceso institucional sin legitimidad y sin horizonte (...) y hacia el futuro, en el largo plazo del planeamiento27.
Teniendo en cuenta esta, situación la revista no se convierte en el referente político del nuevo gobierno por lo que no logra el apoyo oficial que cabía esperar por el rol desempeñado en el proceso político de la Revolución Argentina. De esta manera, Confirmado, marginada de las decisiones y favores gubernamentales y sin poder lograr equipararse al éxito de Primera Plana, entrará en una lenta decadencia que se verifica en el cambio de directores, (Garzón Maceda será uno de ellos), y sus denominaciones.
Como Ulanovsky sostiene, el antisemitismo del director de la revista fue un ingrediente clave, ya que desconfiaban de él. Onganía “mantuvo una actitud distante con la revista e ignorará totalmente la existencia de su director” su talante crítico lo convertía en “un instigador sospechoso y de poco fiar”.
Mediante estas investigaciones sostenemos que tanto las editoriales de Primera Plana como las de Confirmado, sobre todo en la etapa más intensiva de la campaña psicológica que va de mayo de 1965 al 28 de junio de 1966,  incentivaron el derrocamiento de Arturo Iillia y el advenimiento de un golpe militar cuyo caudillo fue Onganía.


BIBLIOGRAFÍA


LIBROS :

1. Asociación Argentina de Editores de Revistas. “Historia de las revistas Argentinas”. Capital Federal, Argentina. 1995

2. Teun A. Van Dijk “La noticia como discurso” Comprensión, estructura y producción de la información. Pág. 124. Ed. Paidós, Buenos Aires, Argentina, 1980.

3. Ulanovsky Carlos, “Paren las rotativas. Historia de los grandes diarios, revistas y periodistas argentinos”. Ed. Espasa Calpe. S.A. Buenos Aires, Argentina. 1997

4. Artículo: Teun Van Dijk:  Reportaje del periódico Clarín, "La lucha por el poder es la lucha por la palabra", 3 de agosto de 1997, pp. 20-21.


TESIS :

5. Periodistas y prensa semanal en el golpe de Estado del 28 de junio de 1966: La caída de Illia y la Revolución Argentina”. Tesis doctoral de Taroncher Padilla, Miguel Ángel. Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Historia Contemporánea. Universidad de Valencia, España. Año 2005

6.El diario La Opinión y el gobierno de Héctor Cámpora” de Centeno- Gornitzky- GEA. Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Año 2003.


EDITORIALES  PRIMERA PLANA/ CONFIRMADO
1.     Grondona, Mariano; “Conflictos y tensiones”, Primera Plana, 1 de junio de 1965, pág.7
2.     Grondona, Mariano, “La salida”, Primera Plana, 13 de julio de 1965, pág.7
3.     Grondona, Mariano; “En torno al golpismo”, Primera Plana, 22 de junio de 1965, pág 7.
4.     Grondona Mariano;”La filosofía del presidente”, Primera Plana,17 de agosto de 1965, pág.7
5.     Grondona, Mariano; “Onganía: reacciones y alarmas”, Primera Plana, Sección  El país.14 de septiembre de 1965, pág.8
6.     Grondona, Mariano; “El Presidente”, Primera Plana,10 de mayo de 1966, pág.11
7.     Montemayor, Mariano; “Dividir para durar”,Confirmado, 19 de mayo de 1966, pág. 15
8.     Montemayor, Mariano; “Trampa electoral; trampa intelectual”Confirmado, 26 de mayo de 1966.
9.     Grondona, Mariano; “La Dictadura”, Primera Plana, 30 de mayo de 1966, pág.11
10.                       Grondona, Mariano;”El pensamiento militar”, Primera Plana, 7 de junio de 1966, pág.11
11.                       Montemayor, Mariano; “9-8-7-6-5-4-3-2...0”,Confirmado, 9 de junio de 1966.
12.                       Grondona, Mariano;”Por la Nación”, 30 de junio de 1966, pág.3
      12. Montemayor, Mariano; “Esta vez es a favor”, Confirmado, 30 de junio de 1966, pág. 15.
    
13.                       La carta de Güiraldes”, “A Nuestros Lectores”, en: Confirmado, 7 de julio de 1966, p. 13




1 Periodistas y prensa semanal en el golpe de Estado del 28 de junio de 1966: La caída de Illia y la Revolución Argentina. Tesis doctoral de Taroncher Padilla, Miguel Ángel. Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Historia Contemporánea. Universidad de Valencia, España. Año 2005
2 Teun A. Van Dijk “La noticia como discurso” Comprensión, estructura y producción de la información. Pág. 124. Ed. Paidós, Buenos Aires, Argentina, 1980.

3 Idem 1
4 Teun Van Dijk:  Reportaje del periódico Clarín, "La lucha por el poder es la lucha por la palabra", 3 de agosto de 1997, pp. 20-21.

5 Tesis Doctoral “El diario la Opinión y el gobierno de Héctor Cámpora”Centeno- Gornitzky-Ghea. Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata. Año 2003.
6 “La carta de Güiraldes”, “A Nuestros Lectores”, en: Confirmado, 7 de julio de
1966, p. 13.
7 Idem 2 Pág. 112
8 Idem 5
9 Tesis doctoral “El diario La Opinión y el gobierno de Héctor Cámpora” de Centeno- Gornitzky- GEA. Facultad de Periodismo y Comunicación Social. Universidad Nacional de La Plata, Argentina. Año 2003.
10 Historia de las revistas Argentinas. Asociación Argentina de Editores de Revistas. Capital Federal, Argentina. 1995

11 Grondona, Mariano; “Conflictos y tensiones”, Primera Plana,, 1 de junio de 1965, pág.7
12 Grondona, Mariano; “En torno al golpismo”, Primera Plana, 22 de junio de 1965, pág 7.
13 Carlos Ulanovsky: “Paren las rotativas. Historia de los grandes diarios, revistas y periodistas argentinos”. Ed. Espasa Calpe, Buenos Aires, Argentina, 1997
14 Grondona Mariano; “La filosofía del Presidente”, Primera Plana, 10 de mayo de 1966, pág.11
15 Grondona, Mariano; “Onganía: reacciones y alarmas”, Primera Plana, Sección  El país.14 de septiembre de 1965, pág.8
16 Grondona Mariano;”La filosofía del presidente”, Primera Plana,10 de mayo de 1966, pág.11.
17 Periodistas y prensa semanal en el golpe de Estado del 28 de junio de 1966: La caída de Illia y la Revolución Argentina. Tesis doctoral de Taroncher Padilla, Miguel Ángel. Facultad de Geografía e Historia. Departamento de Historia Contemporánea. Universidad de Valencia, España. Año 2005



18 Grondona, Mariano; “El Presidente”, 10 de mayo de 1966.
19 Montemayor, Mariano; “Dividir para durar”,Confirmado, 19 de mayo de 1966, pág. 15
20 Montemayor, Mariano; “Trampa electoral; trampa intelectual”Confirmado, 26 de mayo de 1966.
21 Grondona, Mariano; “La Dictadura”, Primera Plana, 30 de mayo de 1966, pág.11





22 Grondona, Mariano;”El pensamiento militar”, Primera Plana, 7 de junio de 1966, pág.11
23 Montemayor, Mariano; “9-8-7-6-5-4-3-2...0”,Confirmado, 9 de junio de 1966.
24 Grondona, Mariano;”Por la Nación”, 30 de junio de 1966, pág.3

25 Montemayor, Mariano; “Esta vez es a favor”, Confirmado, 30 de junio de 1966, pág. 15
26 Grondona, Mariano; “Las dos vías”, Primera Plana, 28 de julio de 1966, pág.11
27 Grondona, Mariano; “La justificación”, Primera Plana,, 30 de agosto de 1966, pág.11

jueves, 18 de septiembre de 2008



UN TRABAJO DEL FOTÓGRAFO GUSTAVO GERMANO
GRACIAS POR DIFUNDIR.

Juntas. Sola. Cuatro hermanos.Gustavo,Guillermo,Diego y Eduardo Germano. Grupo de amigos en 1971.Hoy faltan dos. Raul y su hemano Manuel con sus novias en 1973. Laura con sus padres en 1976.
Ni olvido ni perdon....

domingo, 15 de julio de 2007

El siglo de Auschwitz



Está todo en Ser y Tiempo, pero también en la respuesta velada que da a Sartre en la “Carta sobre el humanismo”, donde la defensa que Heidegger hace del sujeto está desprovista de una ética, o peor, porque se dice que el sujeto viene después, y que primero, entre la nada y el sujeto hay logos, y todo señala que si el logos puede ser algo en lo que cualquiera pudiera pensar antes de plantarse como sujeto, antes de ser sujeto, en realidad sería imposible hacer nada contra una forma de banalización de la vida que abriera el paso ya todo en nombre de una construcción teórica, una ontología, a la subestimación con la que Eichman mucho tiempo después podría, trivializando o mostrando la mediocridad de su vida, dar lugar al desinterés con que se tomaba la muerte[1]; en los prolegómenos que bastaban para sumir al ente en una actividad “legítima” de la filosofía, el Hombre, la humanidad, iban en camino de un cambio radical.

En sus investigaciones etimológicas Heidegger anuncia misterios que harían tambalear la esencia del hombre[2], con ello, reclama un modo más digno de cuestionar el logos, y lo hace a través del fragmento 50 de Heráclito: en logos-legein hay algo del preservar, del poner legen (a resguardo) y del reunir. A pesar de que esa ambición etimológica aparece a cada paso en la obra del filósofo, como cuando “representar” pasa a ser ‘poner-adelante’=’stellen-vor’, cuando en alemán corriente sería simplemente ‘vorstellen’, el interés de Heidegger por la etimología hace del logos (la palabra-lo coligado) la “amarra” de la historia acontecida desde el comienzo del pensamiento occidental, el hilo conductor de todo lo que está en el lugar de lo que perdura, principalmente desde que en el parágrafo 125 de La gaya ciencia de 1882, Nietzsche escribe la parábola de un loco que busca a Dios y dice:

“¡Dios ha muerto! ¡Dios permanece muerto! !Y nosotros lo hemos matado! ¿Cómo podremos consolarnos, asesinos entre los asesinos? Lo más sagrado y poderoso que poseía hasta ahora el mundo se ha desangrado bajo nuestros cuchillos. ¿Quién nos lavará esa sangre? ¿Con qué agua podremos purificarnos? ¿Qué ritos expiatorios, qué juegos sagrados tendremos que inventar? ¿No es la grandeza de este acto demasiado grande para nosotros? ¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses para parecer dignos de ellos?”

Un final premeditado en la historia de la filosofía se anunciaba, señalando la aprehensión humana de la esencia de Dios con su muerte, y el logos adquiere de nuevo trascendencia debido al signo de su permanencia, en un contexto fuertemente marcado por el nihilismo, nihilismo que para Julia Kristeva[3], se extiende como gesto opositivo contra los valores antiguos, o lo antiguo en general, pero a la vez como suspensión de la consideración de lo nuevo, o los nuevos valores. Cuatro años más tarde a que Nietzsche escribiera la parábola del loco, agrega a La gaya ciencia, el aforismo 343 donde dice: «El suceso más importante de los últimos tiempos, que ‘Dios ha muerto’, que la fe en el dios cristiano ha perdido toda credibilidad, comienza a arrojar sus primeras sombras sobre Europa”. Hoy diríamos que son las sombras del nihilismo las que Nietzsche avizoraba, después de veinte siglos de religión monoteísta[4], y esas sombras implicaban la agonía de la idea de Dios, en cualquier posibilidad de una nueva metafísica.

Cuando Heidegger trabaja en su ontología, cuando se muestra ocupado en su trabajo dejando de lado las consideraciones que demuestra en los Caminos de bosque donde se limita a la escueta exégesis, donde, con respecto a la tesis nietzscheana, se refiere con una neutralidad tal como:En la medida en que la voluntad quiere la superación de su propio poder, no descansa por muy rica que sea su vida.”[5], y pareciendo dejar de lado su enaltecimiento, es decir, cuando se abandona al impulso de la creación-filosófica-a-partir-de-la-escritura- ubica la voluntad de poder en el mismo lugar en que Descartes reconocía un ego cogito un remanso desde donde continuar con la intención de apartar del camino de la indagación todo lo que no se contuviera en ella. A poco de andar vemos que la voluntad de poder es algo que se contiene mal o no se contiene del todo, mientras es cierto que convierte a toda “estima” en esencia de esa voluntad, pero puesto que la voluntad quiere para sí más de ella misma, busca incrementarse como en el movimiento de la vida, y entonces toda voluntad se resume en primer lugar en voluntad de poder[6].

En el planteo de llegar lo más lejos posible, la impiedad de la voluntad, imposible según la vieja filosofía, en abierta connivencia (rivalidad: amor-odio) con la decadence, es en parte, el impulso de la negatividad que Nietzsche criticaba en Schopenhauer, Nietzsche niega la futilidad que persigue la voluntad y aunque sea imposible determinar el momento en que ésta termina por perderse, no desaparece por completo si antes no se percibe como una falta de especialización filosófica[7], cuando se pretende incluir sensaciones o emociones intensas y en ello va que el trabajo filosófico adquiera cierto rasgo de abandono, y hasta de enfermedad -que bien podría llamarse bipolaridad, fanatismo, etc.- que contiene también la santidad, en su puro estado de deseo, el ascetismo al que se entrega el santo..

Hacer jugar las transgresiones junto con la disciplina abre el paso de una voluntad, que, en primera instancia, fuese construida sobre una síntesis lograda, sin el auxilio de la exuberancia, y que en su exacerbación, termina posteriormente incluyéndola como un intento abarcador de su emancipación, entendiendo la exuberancia como un aspecto de la superación de las prohibiciones. En sí, el anuncio de la transvaloración de todos los valores es la marca de la transgresión desatada.

Una ética en Heidegger, en vista de esta transgresión desatada, apunta a la actividad de la visión como resabio de la disciplina, para él, después de la pérdida de valor de todos los valores supremos, estos nuevos valores serán dispuestos por un enfocar[8], y todo el contenido prescriptivo de cualquier ética se conforma con la descripción, inspirada de la experiencia en Hegel[9]. La objetivación de los mares que el hombre del renacimiento buscaba dominar, la subsecuente esfericidad del mundo y la desapropiación del sol como extremidad perteneciente a la tierra señala el punto sobre el cual el nihilismo fija la vista y dice: por mor de su propia seguridad, el siguiente es Dios, que estuvo en el comienzo de todas las creaciones humanas, pero que a partir de que ningún misterio puede sobrevivir a la indagación, “no hay” ente que no lo domine la voluntad de poder. No es una mera desacralización como la que realizan los ateos; la indagación arrojó el resultado de que allí donde se suponía que estaba Dios, no aparece en el horizonte[10].

Sin embargo, este señalamiento que pertenece a Nietzsche, no hace más que denunciar el lugar de eficiencia causal que se asignaba a Dios en toda la filosofía anterior a él, la apuesta de Nietzsche radica en postular la posibilidad de que esa conservación que insistía, había sido quebrada, vuelta ineficiente para pensar el sujeto[11], y por ese motivo cabe pensar que debía presentarlo en la voz de un loco, que clama por Dios cuando ha desaparecido del pensamiento de “los maleantes públicos” que sólo piensan nihil[12].

Si bien, a la vez que la preocupación por definir el ser en circunstancias en que uno de sus aspectos, o una de cuyas partes, ninguna ontología tradicional con la única excepción tal vez del Parménides dejaba de soslayar: Dios, y representaba un empleo de la filosofía introducida en la modernidad: la voluntad desatada, también ponía en entredicho la autonomía de dicha disciplina filosófica, a la hora de poner en regla al sujeto: había algo de la sofistiquería del percibir que se sustraía a las contradicciones, y oponía en su lugar la solemnidad de un discurso vacío, que simulaba una vez más la voracidad de la transvaloración que la crisis y el duelo propio de la caducidad de los valores demostraba, y asumía más el aspecto de una restauración, cada vez que se hacía consecuente con valores abstractos y universales a los que el ser debía terminar resignando.

Donde entran en juego nuevos valores soberanos que en realidad son pertrechos de una realidad presupuesta, que se concede ahora sin modificaciones al ente, y pasan sin modificaciones al ser, en realidad, Heidegger habla no de la moral de la compasión y la aceptación que Nietzsche rehuye en Schopenhauer, sino de una novedosa forma de resignación, la que dice que una vez convertido el ser en valor para la voluntad de poder que busca no sólo conservarlo (ese sería el emblema en Schopenhauer) sino, como dijimos, aumentarlo, en realidad “se ha borrado todo camino hacia la experiencia del ser”[13], la historia del ser comienza con el olvido del ser[14] y lo que se resigna en ese movimiento, es todo sentimiento de compasión ante la cual ese ser sojuzgado reaccionaría con resentimiento.

En realidad, este ser que se pierde en la experiencia, quiere aparecer en parte debido a la despersonalización, la impersonalidad que Kant determinaba para la experiencia estética, que a partir de allí hará que la filosofía contrapuesta con la universalidad del arte se vuelva más metafísica[15], y que aunque rehuya de la pretensión de belleza, cuestión no tan clara en el caso de Schopenhauer, por lo que se lo critica, la universalidad se pone en discusión en términos de la posibilidad de determinar un sujeto, ahora siempre en retirada.

Hay una relación entre transvaloración y hedonismo y representa el callejón al que la voluntad de poder se enfrenta. El “acrecentamiento” perseguido por la voluntad, más precisamente por la voluntad de poder, no puede evitar encontrarse más tarde o más temprano con el problema de la “disminución”; planteos como estos hicieron volver la discusión a materias de la filosofía no del todo olvidados, tales como el epicureismo. La máxima epicúrea dictaba que toda persecución infinita de placer trae aparejada el dolor. Perspectivas como la de Epicuro que recobran actualidad, promovidas a partir del nihilismo nietzscheano[16], significó en gran medida, una vuelta crítica al paganismo en cuanto a la discusión del significado de Dios en la filosofía moderna.

Dios es el lugar de esa nada segura y en la moral judeo-cristiana actúa con la compasión de la decadence. Este problema del valor de la compasión y de la moral de la compasión parece ser en un primer momento tan sólo un asunto aislado, un signo de interrogación solitario;” dice Nietzsche, y agrega: “mas a quien se detenga en esto una vez y aprenda a hacer preguntas aquí, le sucederá lo que me sucedió a mí: se le abre una perspectiva nueva e inmensa, se apodera de él, como un vértigo, una nueva posibilidad, surgen toda suerte de desconfianzas, de suspicacias, de miedos, vacila la fe en la moral, en toda moral, finalmente se deja oír una nueva exigencia” dice Nietzsche en La Genealogía de la moral[17].

El sigilo de la compasión se sigue hasta perderse en los grandes impulsores de la moral: Europa, la Historia, lo que hay de más próximo mitigando todo alejamiento proclive en las morales “inglesas” de las que provienen palabras como “egotismo”, posturas humanistas que humillan al hombre, y que sin embargo pudieran tomarse hoy como sugestiones turísticas “Alemania, tierra de pensadores” de Kart Musaus del siglo XVIII, por ejemplo llegaron a constituir un ideal del exterminio, el logoV puesto en el lugar perdurable y eficaz del slogan que basta en todo momento para hacer volver al ser a su ente y desbloquean la capacidad superadora concedida a la voluntad de poder.



[1] Todorov, Frente al límite, 1993, p. 132.

[2] Heidegger, Conferencias y artículos, Serbal, Barcelona, 1994, pp. 179-199. (1,5384615 * p. de la versión de Adobe)

[3] La revuelta íntima, EUDEBA, 2001.

[4] Heidegger, “La frase de Nietzsche ‘Dios ha muerto’” en: Caminos de bosque, 1996, pp. 190-240. (1,25 * p. + 190 de la versión de Adobe)

[5] ibídem, p. 215.

[6] ibídem, p.215. Nietzsche se preguntaba: “¿No tendremos que volvernos nosotros mismos dioses?”, y supongo que es ese aspecto el que indaga Heidegger cuando habla de la voluntad de adquirir más poder por parte de la voluntad.

[7] Bataille, “La santidad, el erotismo y la soledad”, en: El erotismo. Veremos que la voluntad se pierde cuando acontece una falla en el enfocar puesto que aunque el principio de conservación parecerá más afín a la vieja filosofía, responde con la transvaloración a la interpretación que cada nuevo poder hace de la pena. (Nietzsche, La genealogía de la moral, tratado segundo, § 13)

[8] Heidegger, ibídem, p. 207.

[9] Hegel, La fenomenología del espíritu, FCE, p. 58. Experiencia es cuando la conciencia “ve” o “echa luz” en el camino del conocimiento hacia sí en relación a los objetos que se le presentan. Y en el artículo de Heidegger citado, el “acrecentamiento”, el “aumento”, ocupan el ojo de océano de toda la indagación.

[10] Heidegger, 1996, p. 235. Hegel problematizaba la idea de Dios cuando en la Fenomenología consideraba que el sujeto Dios no se pierde como cualquier otro sujeto de predicación, era allí también un obstáculo para la conciencia. También para el sujeto de Leibniz, Dios no podría faltar duraderamente a la noción del mundo: si Dios no apareciera o no pudiera dar respuesta a lo infinito, el sujeto pretendidamente universal, el yo singular, no haría prescindir durante mucho tiempo de esa ausencia, directamente elegiría matarlo, sacarlo de la serie.

[11] No se trata entonces de un gesto vindicativo, sino evidencia de la desaparición del ser en la verdad. Sin embargo, este borramiento del camino al ser (v. n. 13 “el sujeto no se detiene…”), que denota muchas veces la ocultación del ser, no guarda relación con Husserl, en cuya epoje, lo que desaparece es el yo: “…no hay desconexión capaz de borrar la forma del cogito y el sujeto "puro" del acto: el 'estar dirigido a', 'estar ocupado con', 'tomar posición relativamente a', 'experimentar, padecer" algo, encierra necesariamente en su esencia esto: ser, justo, un 'desde el yo'…" Husserl, Ideas I, Fondo de Cultura Económica, México, 1962, parágrafo 80, p. 189-90.

[12] Heidegger, 1996, p. 238: “el nihil del término nihilismo –a diferencia del que presentamos en la n. 3– significa que no pasa nada con el ser… Los maleantes públicos ha suprimido el pensamiento y lo han sustituido por un parloteo que barrunta nihilismo en todos aquellos sitios donde consideran que su opinar está amenazado.”

[13] Heidegger, ibídem, p. 232. El ser no se detiene a pensar en lo que machaca, pisotea y aplasta, (Nietzsche, Más allá del bien y del mal, 1997, p. 46). Sin embargo, este borramiento del camino al ser, que denota muchas veces la ocultación del ser, no guarda relación con la epoje de Husserl, en la que lo que desaparece es el yo.

[14] Heidegger, ibídem, p. 236.

[15] Nietzsche, La genealogía de la moral, tratado tercero, § 6.

[16] Epicuro, el dios del jardín, que llamaba a los platónicos comediantes: v. Nietzsche, Más allá del bien y del mal, Alianza, 1996, p. 27-28. Nihilismo que va a ser defendido a partir del filósofo de Sils María como lo total indeterminado del “algo incierto”, en lugar de la “nada segura” del nihilismo tradicional que el mismo Nietzsche ataca, es decir la defensa del “quizá no hay nada” y no la corroboración a priori y las “mentiras” del hombre del resentimiento, cegado por el nihilismo secular.

[17] Genealogía de la moral, “Prólogo”¸ § 6, donde dice: “yo soy un adversario del vergonzoso reblandecimiento moderno de los sentimientos.” (Subrayados en el original)